La ruina de Amador Mohedano

El patriarca de los Mohedano está en la ruina. La vida de Amador en estos momentos nada tiene que ver con la que disfrutaba en tiempos de Rocío Jurado, sobre todo en el aspecto económico. Ha sido la revista ‘Semana’ quien ha publicado un extenso reportaje en el que se detalla la delicada situación financiera en la que se encuentra el marido de Rosa Benito. Una situación que parece tiene difícil solución.

Más de 300.000 euros en deudas

En estos momentos, a Amador le ahogan las deudas. Solo Hacienda le reclama 300.000 euros, a lo que habría que añadir los 50.000 euros que debe a la Seguridad Social. Unas deudas que aumentan cada día ya que al no hacerles frente, van generando intereses de manera considerable.

Tal como detalla la revista, en marzo de 2016, la Agencia Tributaria le reclamaba,  71982,46 euros más 5083,35 euros de intereses y 1000 euros de costas. En junio del mismo año, le requería 68144,22 euros, 4826,55 de intereses y 1500 de costas. Unas sumas cuyos intereses en julio de 2017, apenas un año después, habían  aumentado considerablemente. A dicha fecha el patriarca se encontraba con una deuda total de 140115,21 euros, 5000 de costas y 12177,73 de intereses.

Embargado

Lo más grave de la situación del hermano de Rocío Jurado es que ha repercutido directamente en su escaso patrimonio. Amador ha visto cómo las dos únicas propiedades que tiene se encuentran bajo embargo. Se trata de la finca ‘La Más Grande’ – donde vive y que posee al 50% con su hermana Gloria- y también la otra propiedad que tiene con su ex Rosa Benito, el garaje y trastero del ático en el que vive su ex, Rosa Benito.

Hundido y sin ingresos

Parece que el patriarca de los Mohedano no levanta cabeza. Además de las deudas que le ahogan, Amador no tiene ningún tipo de ingresos. El pasado año intentó, sin éxito, montar una sala de fiestas en la finca en la que vive. Por si esto no fuera suficiente, también ha tratado de generar algún tipo de ingresos a través de apariciones televisivas o colaboraciones en medios de comunicación, pero es consciente de que cualquier tipo de movimiento en sus finanzas iría a parar a las arcas de Hacienda o de la Seguridad Social.

Amador no es el único que atraviesa un bache en la familia Mohedano. También su hija Rosario no pasa por su mejor momento. La sobrina de Rocío Jurado tiene una importante deuda con la Agencia Tributaria que hace unos meses casi le cuesta el piso en el que vive.